Una expresión cultural requiere de un proceso de significación; es decir de comunicación, para que en efecto, logre transmitir esa señal o mensaje a través de un determinado canal con el que se pretende generar un estímulo en el público receptor, que por lo general está representado en la asimilación de una idea.
Cuando se habla de Arte y Comunicación se debe hacer mención al significado, entendiendo por éste como la respuesta al mensaje obtenido al momento de percibir esa provocación artística. Sin embargo, se hace necesario comprender ese desarrollo comunicativo que permite procesar la información obtenida a través de una fotografía, escultura, puesta en escena, película u otra obra para disfrutar, apreciar y elogiar el arte.
En otras categorías y temáticas se podría hablar de significados universales, pero por fortuna, el arte no posee una característica ni unos criterios únicos acerca de belleza, este tema trasciende de lo general a lo personal (subjetivo) y permite que desde diferentes posturas se pueda apreciar una obra, y que a su vez ésta evoque inagotables significados en cada receptor.
El arte en sí mismo es una forma de lenguaje, una herramienta mágica verbal y/o no verbal que emplea el artista para comunicar.
